Taxonomía
Orden: Passeriformes.
Suborden: Passeri (Passerida)
Familia: Turdidae.
Género: Turdus.
Descripción física
El mirlo común es un ave de color negro intenso, únicamente alterado por el naranja del pico y de los anillos orbitales. La hembra sustituye el negro del plumaje y el naranja del pico por una tonalidad pardiza, más clara en la zona del pecho. Los especímenes jóvenes presentan tonalidades similares a la hembras pero con un moteado que les singulariza.
Su tamaño oscila entre los 24 y los 26 centímetros.
Canto
El mirlo tiene un canto melodioso y hermoso, considerado más bello incluso que el del ruiseñor. Suele hacer gala de sus facultades canoras al amanecer y en el ocaso, así como en los días húmedos, sirviéndose de estas melodias para dejar constancia de la posesión de un determinado territorio.
Empieza a exteriorizar sus capacidades cantoras en la época más suave del invierno con un canto apenas perceptible que se va haciendo más audible hasta completar el canto en su integridad en primavera.
Su enorme capacidad de aprendizaje le lleva a imitar sonidos que le llegan del exterior, como los silbidos que puedan emitir los humanos.
Hábitat
El hábitat natural del mirlo son los bosques frondosos, incluidos los de coníferas, si bien su capacidad de adaptación le ha llevado a integrarse magníficamente en entornos humanos, siendo frecuente y numerosa su presencia en los jardines de las ciudades.
Comportamiento
El comportamiento del mirlo varía según el espacio en el que se desenvuelve.
En el entorno natural se muestra esquivo y huidizo mientras que en las zonas urbanas actúa de un modo más confiado.
No obstante, los mirlos “de ciudad” han desarrollado conductas anormales que les llevan a intentar incubar en invierno o incluso a olvidar el canto.
Con paciencia, el ser humano puede establecer comunicación con esta especie consiguiendo que tome alimento de su mano.
En cualquier caso, es un ave escandalosa y pendenciera, muy agresiva con sus competidores varones, con los que se enzarza en estridentes peleas cuando invaden su territorio.
Se concentra en el combate con tal intensidad que llega a perder el contacto sensorial con el mundo que le circunda, lo que le convierte en presa fácil para posibles depredadores. Se dan casos en que las rapaces los capturan cuando están enzarzados en estas peleas.
Esta conducta le lleva a luchar consigo mismo cuando observa su reflejo en algún objeto que se la proyecta.
Alimentación.
El mirlo es omnívoro. Se alimenta de gusanos, insectos frutos y semillas. Es habitual verlo desplazarse por el suelo, con sus saltos y carreras característicos, removiendo el terreno a la búsqueda de alimento.
Esta afición por la fruta (le gustan especialmente las fresas y las cerezas) le genera pocas simpatías entre los agricultores, que suelen olvidar que también son unos buenos depredadores de insectos y gusanos nocivos para el campo.
Reproducción y cría.
Los mirlos son territoriales y durante la época de cría no toleran la presencia de ningún potencial competidor de su especie.
La hembra suele hacer dos o tres puestas anuales, de tres a seis huevos cada una de ellas (de color azul brillante y de unos tres centímetros de tamaño) que deposita en un nido con forma de taza que ha elaborado previamente con tierra recubierta de plantas y hojas secas.
Los nidos los fábrica en sitios no muy altos, como ramas bajas de los árboles o balcones.
La incubación queda bajo la responsabilidad de la hembra y dura de once a catorce días. Las crías permanecen en el nido de doce a veinte días, si bien siguen demandando alimento de sus progenitores durante un par de semanas más.
Estado actual de la especie
Hace apenas un par de siglos era una especie poco frecuente en Europa. En la actualidad, por el contrario, se la puede ver tanto en entornos naturales como urbanos.
No se la considera en peligro de extinción, si bien el algunos lugares constituye pieza de caza.
El uso de insecticidas y herbicidas supone una clara agresión contra las fuentes básicas de su alimentación.
Esta página va dirigida a los amantes de la ciudad de Zaragoza, de la fotografía y de los videos de naturaleza y de hermosos lugares.
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Muy bonitas las fotos y el mirlo. Las has tomado en el jardín?
ResponderEliminarMuy interesante todo lo que nos cuentas sobre el milo. Sigue con esta página tan instructiva.
ResponderEliminarBeatriz
como podria hacer ke me criara una pareja cerca ya ke su canto es digno de de una real naturaleza o descargar sus cantos relajan ke da gusto y nao siempre se dispone internet y sobre instructiva la recalco ni me imaginava lo de las fresas
ResponderEliminarEL POST ES GENIAL SIGUE ASI
tengo una cria de mirlo comun en casa ke rescate de una tragica muerte cuando se precipito de su nido y mi pregunta es ¿se puede criar en cautividad? y le estoy a limentando con gusanosde seda y semillas;¿es buena esa alimentacion? ¿cada cuanto tiempo tengo ke darle de comery cuanta cantidad ? contestarme lo antes posible ,gracias
ResponderEliminarHola, Miguel. Sí que puedes criarlo en cautividad y creo que es correcta la alimentación que le estás administrando. Puedes darle de comer tres o cuatro veces al día. No obstante, como no soy un experto en la materia, te aconsejo que te dirijas a una organización especializada en aves, como puede ser la Sociedad Española de Ornitología www.seo.org
ResponderEliminarUn saludo.