El próximo día 28 de enero de 2013 se presentará en la sala "Ámbito Cultural" de "El Corte
Inglés", de Zaragoza, el segundo número de la revista digital "Imagínate tú".
Editada por el Círculo Fotográfico de Aragón y diseñada y maquetada por Manuel Arribas, su contenido es de gran interés. Os reproduzco a continuación los titulares:
Entrevista al gran fotógrafo Fernando Baena, por Manuel Arribas (portada). Artista invitada la polifacética Beatriz Pitarch, por Ana Moreno.
Joel Peter Witkin: permitido asomarse al interior [Mario Mario Maganto]
Ignacio Coyne [Elda Elda Maganto]
La fotografía estenopeica [José Manuel Constante]
El dance de Sariñena [Pilar Pilar Lain]
Profundo Azul [Javier Vázquez]
La luz y la palabra. Fotografías y poemas [Mario Maganto]
La escultura funeraria en los cementerios españoles [Elda Maganto]
Corazones de plástico. Una aproximación al estudio de maniquíes [Ángel Burbano]
Canfranc, el sueño de un despertar [Olivia Olivia Guerrero Jarque y Susana Guerrero]
Crucero por el Mediterráneo, a mi manera [Pilar Pilar Gonzalez Pobo]
Fiestas patronales de Menorca: Jaleo [Isabel Mindán]
Un día en el fondo [Isabel Mallor]
Taller de fotografía: suavizar la piel con paso alto [Francisco Palacios]
Taller de fotografía: composición I [Carlos Charlez]
No os perdáis la presentación y si no conocéis el primer número, lo
podéis ver en este enlace y así mismo podéis suscribiros a nuestra
revista y recibir noticias de todas las publicaciones.
http://www.circulofotograficodearagon.org/revista/pdfs/revista_imaginatetu.html
Esta página va dirigida a los amantes de la ciudad de Zaragoza, de la fotografía y de los videos de naturaleza y de hermosos lugares.
viernes, 28 de diciembre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
Kallima Paralekta
Taxonomia
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Superfamilia: Papilionoidea
Familia: Nymphalidae
Subfamilia: Nymphalinae
Tribu: Kallimini
Género: Kallima
Especie: K. Paralekta
Nombre binomial: Kallima Paralekta
Genéro propio del continente asiático, son diez las especies que se integran en el mismo:
- Kallima albofasciata.
- Kallima alompra.
- Kallima buxtoni.
- Kallima horsfieldi.
- Kallima inachus.
- Kallima limborgii.
- Kallima knyvetti.
- Kallima Paralekta.
- Kallima philarchus.
- Kallima spiridiva.
Todas estas especies han desarrollado una sorprendente capacidad de mimetización con las hojas de los árboles, por lo que, con las alas plegadas, apenas pueden distinguirse de estas.
La especie paralekta, de la que se conocen las subespecies paralekta y tribonia, muestra en el envés de las alas un uniforme color marrón. Sin embargo, cuando el macho las despliega, pueden observarse unas hermosas tonalidades azul metalizado, sobre las que destaca una ancha franja anaranjada. La hembra carece de coloraciones tan vivas.
La especie Kallima paralekta es un endemismo de Java, Sumatra e Indonesia.
Las plantas de las que se alimenta la oruga pertenecen a los géneros strobilanthes y pseuderanthemum, mientras que el imago gusta de la fruta madura.
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Superfamilia: Papilionoidea
Familia: Nymphalidae
Subfamilia: Nymphalinae
Tribu: Kallimini
Género: Kallima
Especie: K. Paralekta
Nombre binomial: Kallima Paralekta
Genéro propio del continente asiático, son diez las especies que se integran en el mismo:
- Kallima albofasciata.
- Kallima alompra.
- Kallima buxtoni.
- Kallima horsfieldi.
- Kallima inachus.
- Kallima limborgii.
- Kallima knyvetti.
- Kallima Paralekta.
- Kallima philarchus.
- Kallima spiridiva.
Todas estas especies han desarrollado una sorprendente capacidad de mimetización con las hojas de los árboles, por lo que, con las alas plegadas, apenas pueden distinguirse de estas.
La especie paralekta, de la que se conocen las subespecies paralekta y tribonia, muestra en el envés de las alas un uniforme color marrón. Sin embargo, cuando el macho las despliega, pueden observarse unas hermosas tonalidades azul metalizado, sobre las que destaca una ancha franja anaranjada. La hembra carece de coloraciones tan vivas.
La especie Kallima paralekta es un endemismo de Java, Sumatra e Indonesia.
Las plantas de las que se alimenta la oruga pertenecen a los géneros strobilanthes y pseuderanthemum, mientras que el imago gusta de la fruta madura.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Heliconius charithonia (Mariposa cebra)
Taxonomia
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Genero: Heliconius
Especie: H. charithonia
Nombre binomial: Heliconius charithonia
Nombre comun: Mariposa cebra
Se estima que son treinta y nueve las especies de mariposas que se integran en el género heliconius.
La especie heliconius charithonia está presente en el sur de Estados Unidos, Mexico, América central y los paises norteños de América del Sur, ostentando el privilegio de haber sido declarada en 1996 mariposa oficial del Estado de Florida.
Este hermoso lepidóptero llega a alcanzar los diez centímetros de envergadura, siendo sus alas alargadas e inusualmente estrechas. La coloración alar es negra con un rayado entre blanquecino y amarillento que justifica la denominación de "mariposa cebra" con que es conocida popularmente. Las antenas son finas y alargadas.
Se conocen seis subespecies:
- Charithonia.
- Peruviana.
- Punctata.
- Simulator.
- Tuckeri.
- Vasquezae.
Es de vuelo elegante y pausado y, cuando se posa, suele mantener las alas desplegadas.
Sus hábitats preferidos son la selva tropical, los pastizales y los contornos boscosos, casi siempre en altitudes inferiores a los mil doscientos metros.
La oruga se alimenta de algunas especies de plantas del género passiflora y el adulto del nectar y polen de las flores. Esta capacidad del imago para alimentarse, lo que no se da en todas las especies de mariposas, le permite disfrutar de una larga vida, que puede llegar hasta los nueve meses.
El proceso reproductivo de la mariposa cebra también presenta particularidades. Los machos suelen localizar las pupas de las hembras por las feromonas que emiten y, tras competir entre sí, copulan con aquellas cuando, recien abandonado el capullo, todavía permanecen inmóviles, a la espera de que se sequen y desplieguen las alas. Incluso llegan a romper la capsula protectora, iniciando el encuentro sexual en cuanto los órganos genitales de la hembra son accesibles.
martes, 18 de septiembre de 2012
Idea leuconoe (Cometa de papel; papel de arroz)
Taxonomia
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Suborden: Glossata
Infraorden: Neolepidoptera
Superfamilia: Papilionoidea
Familia: Nymphalidae
Subfamilia: Danainae
Genero: Idea
Especie: I. leuconoe
Nombre binomial: Idea leuconoe
Nombre común: Cometa de papel; papel de arroz
Esta hermosa y aparentemente frágil mariposa, de unos dieciseis centímetros de envergadura y coloración blanca, adornada con puntos y líneas negras, es originaria del sudeste asiático, donde coloniza principalmente el manglar y el bosque húmedo bajo, en altitudes inferiores a los cuatrocientos metros.
Al tratarse de una especie multivoltina, los imagos vuelan durante todo el año.
Las sustancias tóxicas que metaboliza la oruga las conserva parcialmente el adulto, por lo que no es un insecto muy apetecible para sus potenciales depredadores. Esta característica le permite a la mariposa desarrollar un vuelo elevado, elegante y pausado, a sabiendas de que raramente se verá atacada por las aves.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Saladas de La Playa, de El Pito y El Pueyo, en los Monegros.
Son las 8,30 horas de la mañana del sábado 19 de febrero de 2011. Me levanto con la intención de trabajar en el ordenador. Abro el correo electrónico y veo que Fernando González Seral, compañero del Círculo Fotográfico de Aragón, asociación a la que pertenezco, ha organizado un visita a las saladas de Bujaraloz, conjunto natural único en el continente europeo.
Nos convoca en la pequeña ermita que hay en esa localidad, en la carretera que conduce a Caspe, junto a una pequeña charca, llamada la Balsa Buena.
Sin pensarlo dos veces, me visto rápidamente y tomo la AP-2, la autopista que une mi ciudad, Zaragoza, con Barcelona. Cinco euros de peaje, 72 kilómetros y una hora de viaje. La carretera enlaza con la Puebla de Alfindén, Alfajarín y Villafranca de Ebro.
De camino, observo a la derecha una enorme factoría que lanza al aire enormes cantidades de gases y humos contaminantes. Se trata de Saica, ubicada en el Burgo de Ebro. Algún día tendré que fotografiarla.
Llego a Belchite. En el lugar convenido me esperan Teresa y Fernando.
Los tres en el coche de Fernando, tomamos la carretera de Caspe y tras recorrer varios kilómetros llegamos a las saladas, entre las que se encuentran la de La Playa que, con sus seis kilómetros cuadrados de extensión, es la más grande del conjunto, y en la que todavía quedan algunos restos de la que en su día fuera una factoría dedicada a la producción de sal, que estuvo en plena actividad hasta el siglo XX.
Otras salinas que visitamos son las de El Pito y El Pueyo.
Las nubes apenas dejan pasar los rayos del sol, lo que favorece la realización de buenas tomas.
Enormes extensiones de tierra, pintadas de blanco por efecto de la sal. Paisaje lunar. Piezas calizas, algunas transformadas en alabastro. Restos de aljibes que acogen en su seno la escasa agua dulce de que disfruta la zona.
Hay que caminar con cuidado, so riesgo de que los pies se hundan en el barro.
Vegetación rastrera, endémica, adaptada al agua salitre, y, por lo que leeré después, única, pudiéndose citar la arthrocnemun macrostachium o la sarcocornia fruticosa.
También son específicas de la zona algunas especies de crustáceos rotíferos, de nemátodos y de insectos. A destacar la presencia del Eucypris aragonica, un crustáceo de un milímetros de longitud y con una concha con dos valvas, que tan sólo está presente en once de las saladas del complejo de Sástago-Bujaraloz.
Esta y otras especies de invertebrados acuáticos dejan en el barro sus huevos, especialmente adaptados para resistir cuando el barro se seca y se convierte en suelo resquebrajado, y que eclosionan cuando las saladas se inundan con ocasión de las lluvias de temporada.
Sin embargo, por mucha agua que haya, nunca eclosionan todos los huevos, de forma que, si la posterior sequía llega antes de que estos endemismos se reproduzcan, siempre quedarán huevos en condiciones de abrise cuando la benéfica agua vuelva a besar la tierra salobre. De esta forma, se evita la pérdida total de la población ante una sequía repentina.
Además, estos organismos tienen mecanismos para soportar diferentes concentraciones de sal.
Cuenta también la zona con un observatorio de aves desde el que pueden observarse especies tales como el alcaraván, la ganga ortega, el sisón, la alondra de Dupont, la terrera marismeña, la avutarda o el cernícalo primilla, entre otras.
Estas saladas formaban parte de la cubeta sin salida al mar que en el terciario, hace unos cinco millones de años, se extendía por la actual Depresión del Ebro formando un gran lago salado. Cuando el Ebro encontró salida al mar Mediterráneo el lago se secó, estando constituidos en la actualidad sus escasos recursos hídricos por las aguas que provienen de los acuíferos subterráneos y escorrentías. No obstante, a causa de la evaporación, las saladas permanecen secas prácticamente todo el año.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Linepithema humile (Hormiga argentina)
Taxonomia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden. Hymenoptera
Suborden: Apocrita
Superfamilia: Vespoidea
Familia: Formicidae
Subfamilia: Dolichoderinae
Genero: Linepithema
Especie: L. humile
Nombre binomial: Linepithema humile
Nombre comun: Hormiga argentina
Según el banco taxonomico de Fauna de la Unión Europea, en España disfrutamos de dos especies del género linepithema:
- Humile, con las subespecies humile y arrogans.
- Melleum.
No hay constancia de que la subespecie arrogans esté presente en nuestro país.
Originaria del sur del continente americano, esta pequeña hormiga, de unos tres milímetros de longitud y color acaramelado, ha terminado por colonizar prácticamente todo el planeta (no ha llegado a la Antártida) merced a los movimientos migratorios humanos que se dieron durante finales del siglo XIX y al desarrollo de las comunicaciones intercontinentales habidas desde el siglo XX.
Su llegada a zonas foráneas ha ocasionado auténticos problemas ambientales, ya que allá donde se instala termina exterminando la casi totalidad de las colonias de hormigas nativas, bien por alteración de su hábitat, bien por los ataques directos a que se ven sometidas estas.
Ha de tenerse en cuenta que busca localizaciones en las que no se den temperaturas extremas y haya presencia de agua, por lo que los espacios naturales con recursos hídricos, las zonas de huerta y los núcleos úrbanos le resultan especialmente queridos. En la Península Ibérica se ha extendido considerablemente en todo el contorno meditérraneo y en el atlántico portugués, con pequeños focos presenciales en la costa cantábrica y en el interior de la Península.
Esta especie presenta las siguientes particularidades:
- Contrariamente a lo que sucede con las demás especies, que cuentan con una única hormiga reina en el seno de cada hormiguero, en los de la linepithema humile conviven varias reinas (centenares o millares en determinados casos), depositando cada una de ellas una media de treinta huevos diarios.
- Si lo habitual, en el caso de las hormigas, es que las nuevas reinas abandonen el hormiguero, sean fecundadas e instituyan un nuevo hogar, en el de la hormiga argentina, no hay vuelo nupcial ya que el proceso de fertilización y de puesta se realiza en el seno del hormiguero matriz, con la cual elimina los riesgos de ser atacada por un depredador durante el proceso de búsqueda de una nueva sede.
- Cuando es llegado el momento de instituir un nuevo hormiguero, cada reina abandona el de origen con su ejército de obreras, pero los vínculos entre ambas colonias se mantienen.
Estas características, entre otras, convierten a la linepithema humile en una de las especies más perjudiciales del planeta.
De hábitos alimentarios omnivoros (semillas, insectos, arañas, cadáveres, haces...), muestra una elevada especialización en el pastoreo de pulgones, habiéndose constatado que, en la Península Ibérica, ha establecido relaciones de este tipo con al menos cuarenta especies distintas de áfidos.
martes, 4 de septiembre de 2012
Belchite viejo
Verano de 1937. En la localidad de Belchite, próxima a la ciudad de Zaragoza, se suceden duros combates que concluyen con un pueblo totalmente devastado. No diré qué bando fue el causante de la tragedia porque, setenta y cinco años después de acontecidos los hechos, esta cuestión, para los que no fueron protagonistas directos o indirectos de los mismos, únicamente debiera interesar desde el punto de vista histórico. Si se insiste en que culpabilice a alguien, no dudaré en señalar con el dedo a nacionalistas y republicanos.
Lo cierto es que, durante tres cuartos de siglo, Belchite ha sido testimonio vivo de la capacidad de destrucción del hombre.
Hoy, los muros de las casas ceden al paso de los años y a la desidia humana y sus ladrillos se esparcen y amontonan sobre las desiertas calles del viejo Belchite; el desaparecido reloj que da nombre a la torre anuncia, con sus inexistentes saetas, que el final está cerca; las torres de las iglesias de San Agustin y San Martín repican, anunciando con sus mudas campanas que el pueblo se muere por segunda vez.
Y entre tanto, fuera de las silenciosas calles de esta villa fantasma, se oyen interesados cantos de sirena entonando reiterados llamamientos a la recuperación de la memoria histórica.
Desgraciadamente, nuestra generación carece de un joven Orfeo que con sus melodías acalle tantas notas cargadas de mentira; para nuestra desdicha, no queda ningún intrépido Ulises que selle con cera nuestros oídos para que no nos distraigan interesados discursos.
Acogiéndonos a esa memoria histórica tan repetidamente reivindicada en los últimos años por los poderes públicos, debiéramos recordarle al Gobierno de España, al Gobierno de Aragón y a la Corporación de Belchite que aquella únicamente podremos preservarla si somos capaces de conservar el patrimonio que hemos heredado de nuestros mayores y que estamos obligados a traspasar a nuestros hijos.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Incendio a los pies del Moncayo
Sábado, uno de septiembre de 2012. Son las siete de la tarde cuando dejo a mi derecha la carretera de Soria para tomar la secundaria que enlaza las localidades de Bulbuente, Ambel y Talamantes.
Entre estas dos últimas localidades, a unos veintitrés kilómetros de distancia del Santuario de Misericordia, se alza un espléndido mirador que regala a los ojos curiosos que allí se asoman una magnífica panorámica de la Sierra del Moncayo, desde Monte Canteque a la izquierda, hasta el Pico de San Miguel, con 2314 metros de altitud. Entre ambos extremos, el Pico de la Tonda y las Peñas de Herrera, entre otros accidentes geográficos.
A los pies del imponente macizo, el amplio valle se desparrama generoso, vistiéndose de verde en primavera y pajizo en verano, según marca el ciclo vegetativo del cereal que los hombres vienen cultivando en el lugar desde hace cientos de años.
El valle, con la Sierra del Moncayo al fondo, antes del incendio.
En mis salidas fotográficas, a la búsqueda de insectos, muchas otras veces he realizado idéntico recorrido.
En este entorno, en el que señorean el tomillo (thimus), el romero (rosmarinus), la lavanda (lavandula) y euphorbia, he fotografiado en el pasado, entre otros insectos, algunas mantis religiosas, dipteros de las especies dorycera y sphaerophoria y mariposas de las especies pseudophilotes panoptes, pieris brassicae o polyommatus icarus.
Hoy, lamentablemente, visito el lugar por una causa muy distinta: el incendio que el pasado día 27 de agosto se declaró en el somontano del Moncayo y que se extendió por los términos municipales de Trasobares, Calcena, Ambel y Talamantes, arrasando más de 3.500 hectáreas de terreno y llegando a poner en riesgo el Parque Natural de la dehesa del Moncayo, al que llegó una lengua de fuego que asoló unas 300 hectáreas.
Desde la misma atalaya, que otrora fuera regocijo para la vista, hoy, los verdes trazados que se abrían camino a lo largo y ancho del valle, delimitando las lindes de las distintas propiedades, y los escalones que unían las terrazas trazadas por el hombre, se muestran tristemente ennegrecidos.
Donde antaño hubiera matorral, pino y carrasca, hogaño sólo queda la negrura de la indefensa madera carbonizada y la leve consistencia de las cenizas que el cierzo de la tarde esparce por el aire, produciendo la inquietante sensación de que es el humo de un fuego que renace.
Ha muerto la capa vegetal cuyas raices aferraban la tierra al suelo. Con ella han muerto cientos, millares, de criaturas que habían hecho de aquél lugar su hábitat y las gentes que vivían en el entorno han visto peligrar sus vidas y haciendas.
Afortunadamente, la eficaz intervención de los bomberos, agentes de protección de la naturaleza, vecinos de la zona, voluntarios y autoridades evitó que la tragedia terminara convirtiéndose en una auténtica hecatombe.
Las dramáticas escenas del incendio pueden verse en esta página del Centro de Estudios Borjanos
jueves, 30 de agosto de 2012
Medina del Campo
26 de abril de 2011. Tras pasar la Semana Santa en el Casar de Cáceres, emprendemos viaje de retorno a Zaragoza atravesando tierras castellanas.
Gozamos de una mañana benevolente. Cielo totalmente claro, sin nubes. El Valle de Ambroj se muestra en todo su esplendor, una vez superado el inclemente temporal de la semana anterior.
Breve parada en Nava del Rey, en la provincia de Valladolid, para fotografiar la Iglesia de los Santos Juanes. Las nubes reaparecen en el cielo y no nos abandonarán hasta que entremos en tierras aragonesas.
Tomamos el desvío de Alaejos, dirección Medina del Campo, donde hacemos obligada parada.
Asentada sobre tierras vallisoletanas, esta histórica localidad de algo más de veintiún mil habitantes, bañada por el río Zapardiel, cuenta la leyenda que fue fundada por el Rey Brigo, cuarto monarca hispano, nacido casi dos milenos antes de Cristo y, más concretamente, 399 años después del diluvio universal. Díole el nombre de Sarabris.
Desde el punto de vista histórico, se sabe que ya estaba habitada en el neolítico y que fue asentamiento de vacceos, romanos y visigodos; cuna de Leonor Urraca de Castilla, Reina consorte de Aragón tras contraer nupcias con Fernando de Antequera, y abuela de Fernando el Católico, quien matrimonió con la llamada Isabel la Católica, Reina de Castilla, que, azares de la vida, fallecería en esa emblemática ciudad el 26 de noviembre de 1504.
Declarada Conjunto histórica Artístico en 1978, destaca en Medina del Campo la Plaza Mayor de la Hispanidad, un amplio espacio rectángular que acoje la Casa Consistorial, la Casa del Peso y la Colegiata de San Antolín, entre otros destacados edificios. Zona reservada, desde el siglo XV, para la celebración de ferias y mercados, en la actualidad continúa siendo el corazón comercial de la villa.
Pero la obra arquitectónica más destacable de la ciudad y de mayor peso histórico es, sin lugar a dudas, el Castillo de la Mota, imponente edificio de ladrillo visto, magníficamente restaurado, en el que destaca una majestuosa torre del homenaje de 38 metros de altura.
miércoles, 29 de agosto de 2012
Calatañazor
Son las cinco de la tarde del día 20 de agosto de 2012. Después de haber pasado unos días en Cáceres, conducimos por la Nacional 122, camino del Santuario de Misericordia, donde agotaremos los días que nos restan de vacaciones.
Atravesamos tierras de la Soria pura que cantara Machado, el menor de los hermanos poetas.
Una señal, al costado de la carretera, nos advierte de que, a nuestra izquierda, se encuentra la legendaria localidad medieval de Calatañazor.
Atraídos por el encanto de tan singular nombre y por las imprecisos recuerdos escolares de la infancia, que relacionan la toponimia del lugar con una importante batalla librada hace más de un milenio, decidimos hacer un alto en el camino internándonos por la carretera que nos indica el cartel.
Apenas hemos recorrido un kilómetro accedemos a una pequeña zona de aparcamiento en la que dejamos estacionado el vehículo.
A nuestra derecha, extramuros, se encuentra la ermita románica de la Soledad, que dócilmente besa los pies del angosto cerro que acoge la histórica villa amurallada, cuya sed sacia el río Milanos.
Una cuesta, no excesivamente larga ni agobiante, nos conduce hasta el núcleo urbano, habitado por apenas setenta vecinos y ocupado por hordas de turistas que afanosamente buscan atractivos rincones que inmortalizar con la cámara fotográfica.
Viviendas de piedra y adobe y calles recubiertas de cantos rodados coexisten inapropiadamente con tendidos de luz y teléfono escandalósamente visibles.
Los tejados de teja árabe acogen las tradicionales antenas o las más modernas parábolas que capturan las imágenes que harán más llevaderas las frías noches del invierno soriano a los nativos del lugar.
Algunos de ellos han montado pequeños negocios de artesanía y productos de la zona que ofrecen, sin grandes alharacas, a los visitantes. Tal es su prudencia, que no pocos de ellos se limitan a colgar un cartel, sobre la puerta cerrada de su vivienda, en el que dejan constancia de los artículos que ofrecen, y una invitación que reza: "si le interesa algún producto, llame".
La calle principal concluye en la Plaza Mayor, que acoge en su seno el edificio consistorial y los restos del antigüo castillo, que junto con sus tres iglesias, una románica y otra en estado ruinoso, configuran el patrimonio histórico arquitectónico del lugar.
Al asomarme al valle desde los restos de lo que en su día fuera la torre del homenaje de la derruida fortaleza, observo a un buitre sobrevolando los resecos campos de cereal recién segado, atravesados por los pardos caminos que marcan las lindes entre propiedades; un cielo azul cargado de altas nubes, con los rayos del sol proyectándose desde mi izquierda, completan un paisaje espectacular que me traen a la memoria los versos que Antonio Machado le compusiera a tierras sorianas:
Cuéntase, aunque se cree que pertenece más al reino de la leyenda que al de la historia, que en el verano del 1002 se enfrentaron en ese valle, en sangrienta batalla, las huestes de Almanzor y una coalición de los ejércitos cristianos de los reinos de Castilla, León y Navarra, combate que concluyó con la huida del general musulmán.
Gerardo Diego describe el acontecimiento del siguiente modo:
Calatañazor fue declarado conjunto histórico artístico en 1962.
Atravesamos tierras de la Soria pura que cantara Machado, el menor de los hermanos poetas.
Una señal, al costado de la carretera, nos advierte de que, a nuestra izquierda, se encuentra la legendaria localidad medieval de Calatañazor.
Atraídos por el encanto de tan singular nombre y por las imprecisos recuerdos escolares de la infancia, que relacionan la toponimia del lugar con una importante batalla librada hace más de un milenio, decidimos hacer un alto en el camino internándonos por la carretera que nos indica el cartel.
Apenas hemos recorrido un kilómetro accedemos a una pequeña zona de aparcamiento en la que dejamos estacionado el vehículo.
A nuestra derecha, extramuros, se encuentra la ermita románica de la Soledad, que dócilmente besa los pies del angosto cerro que acoge la histórica villa amurallada, cuya sed sacia el río Milanos.
Una cuesta, no excesivamente larga ni agobiante, nos conduce hasta el núcleo urbano, habitado por apenas setenta vecinos y ocupado por hordas de turistas que afanosamente buscan atractivos rincones que inmortalizar con la cámara fotográfica.
Viviendas de piedra y adobe y calles recubiertas de cantos rodados coexisten inapropiadamente con tendidos de luz y teléfono escandalósamente visibles.
Los tejados de teja árabe acogen las tradicionales antenas o las más modernas parábolas que capturan las imágenes que harán más llevaderas las frías noches del invierno soriano a los nativos del lugar.
Algunos de ellos han montado pequeños negocios de artesanía y productos de la zona que ofrecen, sin grandes alharacas, a los visitantes. Tal es su prudencia, que no pocos de ellos se limitan a colgar un cartel, sobre la puerta cerrada de su vivienda, en el que dejan constancia de los artículos que ofrecen, y una invitación que reza: "si le interesa algún producto, llame".
La calle principal concluye en la Plaza Mayor, que acoge en su seno el edificio consistorial y los restos del antigüo castillo, que junto con sus tres iglesias, una románica y otra en estado ruinoso, configuran el patrimonio histórico arquitectónico del lugar.
Al asomarme al valle desde los restos de lo que en su día fuera la torre del homenaje de la derruida fortaleza, observo a un buitre sobrevolando los resecos campos de cereal recién segado, atravesados por los pardos caminos que marcan las lindes entre propiedades; un cielo azul cargado de altas nubes, con los rayos del sol proyectándose desde mi izquierda, completan un paisaje espectacular que me traen a la memoria los versos que Antonio Machado le compusiera a tierras sorianas:
Mas si trepáis a un cerro y veis el campo
desde los picos donde habita el águila,
son tornasoles de carmín y acero,
llanos plomizos, lomas plateadas,
circuidos por montes de violeta,
con las cumbres de nieve sonrosado.
Cuéntase, aunque se cree que pertenece más al reino de la leyenda que al de la historia, que en el verano del 1002 se enfrentaron en ese valle, en sangrienta batalla, las huestes de Almanzor y una coalición de los ejércitos cristianos de los reinos de Castilla, León y Navarra, combate que concluyó con la huida del general musulmán.
Gerardo Diego describe el acontecimiento del siguiente modo:
Azor, Calatañazor,
juguete.
Tu puerta, ojiva menor,
es tan estrecha,
que no entra un moro, jinete,
y a pie no cabe una flecha.
Descabalga, Almanzor.
Huye presto.
Por la barranca brava,
ay, y cómo rodaba,
juguete,
el atambor.
Calatañazor fue declarado conjunto histórico artístico en 1962.
Lugares con encanto
Barruecos, Los (Malpartida de Cáceres. Cáceres)
Belchite viejo
Calatañazor
Medina del Campo
Monasterio de Piedra
Saladas de La Playa, de El Pito y de El Pueyo, en los Monegros.
Santuario de Misericordia (Borja. Zaragoza)
Vietnam
De Zaragoza a Hanoi
Partimos hacia Hua Lu, la antigua capital de Vietnam
Navegando por la Bahía de Ha Long
Navegando por el río Perfume
Nos instalamos en Danang y visitamos Hoy An
Volamos hacia Ho Chi Minh
Viajamos al Delta del Mekong
Navegando por el Delta del Mekong
Cu Chi
Belchite viejo
Calatañazor
Medina del Campo
Monasterio de Piedra
Saladas de La Playa, de El Pito y de El Pueyo, en los Monegros.
Santuario de Misericordia (Borja. Zaragoza)
Vietnam
De Zaragoza a Hanoi
Partimos hacia Hua Lu, la antigua capital de Vietnam
Navegando por la Bahía de Ha Long
Navegando por el río Perfume
Nos instalamos en Danang y visitamos Hoy An
Volamos hacia Ho Chi Minh
Viajamos al Delta del Mekong
Navegando por el Delta del Mekong
Cu Chi
martes, 28 de agosto de 2012
Falco rusticolus (Halcon gerifalte)
Taxonomia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Infrafilo: Gnathostomata
Clase: Aves
Subclase: Passerae
Superorden: Ciconiimorphae
Orden: Falconiformes
Suborden: Falconi
Superfamilia: Falconoidea
Familia: Falconidae
Genero: Falco
Especie: F. rusticolus
Nombre binomial: Falco rusticolus
Nombre comun: Halcon gerifalte
Son trece las especies del género falco presentes en el continente europeo:
- Biarmicus
- Cherrug
- Columbarius
- Concolor
- Eleonorae
- Naumanni
- Pelegrinoides
- Peregrinus
- Rusticolus
- Sparverius
- Subbuteo
- Tinnunculus
- Vespertinus
Todas ellas surcan los cielos de la Península Ibérica a excepción de las especies concolor, pelegrinoides y sparverius.
El falco rusticolus o halcón gerifalte coloniza los continentes asiático, europeo y americano, presentando la hembra una envergadura de unos ciento cincuenta centímetros, una longitud de hasta sesenta centímetros y un peso que puede rebasar los dos kilos, siendo la especie de mayor tamaño dentro del genero falco. El macho es de menor tamaño y peso que la hembra.
En el plumaje se combinan diversas tonalidades cenicientas, que evolucionan hasta el blanco níveo.
El tamaño de estas criaturas es menor en las zonas templadas y cálidas que en las frias y su coloración se va tornando más oscura.
Muy estimado por los cetreros, este halcón se alimenta básicamente de otras aves, a las que puede capturar en el suelo o en pleno vuelo, distinguiéndose esta técnica de caza de la que utiliza el halcón peregrino, que únicamente captura a sus presas en el aire. También se nutre de mamíferos (conejos, ratones, musarañas...) y, cuando el alimento escasea, de carroña.
La hembra realiza la puesta en el suelo de los acantilados o en los nidos de otras aves, ya que no suele construir sus propios nidos. Aquella se realiza a mediados/finales de la primavera y está constituida por hasta siete huevos (lo habitual es de tres a cuatro) que incuba durante casi un mes y de cuya crianza se ocupará la pareja.
lunes, 27 de agosto de 2012
Noctua pronuba
Taxonomia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Hexapoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Superfamilia: Noctuoidea
Familia: Noctuidae
Subfamilia: Noctuinae
Tribu: Noctuini
Genero: Noctua
Subgenero: Noctua (Noctua)
Especie: N. pronuba
Nombre binomial: Noctua pronuba
Esta polilla, de la familia de los noctuidos, está presente en la mayor parte del territorio europeo, desde donde se ha ido extendiendo hasta colonizar el norte de África, parte de Asia y el norte del continente americano, hasta Alaska.
Con una envergadura que puede alcanzar los sesenta milímetros, las alas anteriores presentan tonalidades marrones, en tanto que las posteriores son anaranjadas con una banda negra horizontal que se extiende por la zona subterminal.
El imago vuela durante la noche estival, llegando a poner cada ejemplar femenino más de mil quinientos huevos, que deposita en el envés de las hojas o directamente en el suelo.
La oruga, conocida vulgarmente como "gusano gris", se considera una auténtica plaga, ya que se alimenta por las noches de un considerable número de especies vegetales, especialmente de sus ejemplares tiernos, entre las que pueden citarse las siguientes: allium, brassica, calendula, daucus, fragaria, hieracium, lactuca, lycopersicon, plantago, prímula, solanum, spinacia, viola, vitis, etc. Por el día se entierra bajo tierra, donde permanece enroscada sobre sí misma.
Su resistencia a las bajas temperaturas invernales favorece la multiplicación de la especie.
miércoles, 1 de agosto de 2012
Choeropsis liberiensis (Hipopótamo pígmeo)
Taxonomia
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Hippopotamidae
Género: Choeropsis
Especie: C. liberiensis
Nombre binomial: Choeropsis liberiensis
Nombre comun: Hipopótamo pigmeo
El hipopótamo pigmeo coloniza la parte del oeste del continente africano que coincide con las fronteras políticas de Liberia (país del que toma el nombre la especie), Costa de Marfil, Guinea y Sierra Leona.
De tamaño muy inferior al hipopótamo común (apenas alcanza una cuarta parte de su peso), el pigmeo es de hábitos vespertinos y nocturnos, desarrollando su actividad en entornos con reservas hídricas, ya que necesita pasar abundante tiempo en el agua para mantenerse hidratado y con la piel húmeda. Su dieta es hervíbora.
Su tendencia a la soledad o a formar pequeños núcleos familiares, constituidos por la pareja o por la madre y la cría, también le diferencia de su hermano mayor, que es más gregario.
Aunque la especie se identificó en el siglo XIX, son pocos los ejemplares que viven el libertad (por debajo de los tres mil). Su supervivencia en cautividad está asegurada ya que en los zoológicos se reproducen sin mayores dificultades.
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